La historia está contada por diferentes personajes en apuntes en diarios personales y cartas, y transcurre principalmente en Cumberland, Hampshire y Londres.
La novela empieza cuando Walter Hartright, un joven artista, es contratado para dar clases de dibujo a un par de señoritas aristócratas (medias hermanas) que viven en la casa Limmeridge en Cumberland, en el norte de Inglaterra. Ya estando en camino de Londres a Limmeridge, Hartright se encuentra con una mujer, vestida toda de blanco, que le pide ayuda para llegar a salvo a la casa de una amiga de ella. En medio de la conversación la dama de blanco le cuenta a Hartright que conoce la casa Limmeridge, pero no le dice mucho más. Ya en Limmeridge Hartright establece una bonita amistad con Marian, una de las hermanas, y se enamora de Laura Fairlie, la hermana heredera. En una conversación con Marian, el joven artista, le cuenta el episodio con la dama de blanco, y se da cuenta por primera vez del parecido físico entre ella y Laura Fairlie.
Los meses pasan y Hartright se entera del compromiso de matrimonio de Laura con Sir Percival Glyde, Baronet. Muy a su pesar el artista decide renunciar a su trabajo y dejar Limmeridge para siempre. Sin embargo cuando Laura Fairlie recibe una carta anónima previniendola contra Sir Glyde, Hartright decide investigar un poco más. Ya en su último día en Limmeridge, tiene un segundo encuentro con la dama de blanco y confirma que ella fue la autora de la carta. De ahí en adelante hechos sucederán que desenterraran historias pasadas que conectan a la Dama de Blanco con Laura, Sir Glyde y la madre de Laura.
Opinión: un muy buen libro. La narrativa es exquisita. Me recuerda un poco a la de Mary Shelly y a la de Bram Stoker. El misterio esta bien construido, haciendo que el lector no pare de leer hasta encontrar la resolución. Quiero recalcar que el final del misterio me satisfizo como lectora pero que el final de la historia entre Laura y Hartright me pareció "meh".
Me gustó mucho la caracterización de casi todos los personajes. Los villanos, son tan villanos que el lector los llega a detestar. Otros personajes arrancan sonrisas como Frederick Fairlie, el tío hipocondríaco de Laura. Le hubiera dado cinco estrellas a la novela de no ser por el personaje de Laura Glyde. Y ya se que la historia transcurre en la Inglaterra victoriana hace casi dos siglos, y que Laura es sin duda una representación típica de la mujer en la literatura de esa época, ... pero es que me pareció vacía e inútil. Walter Hartright y Marian, la media hermana de Laura, son por el contrario dos personajes que me encantaron. Walter por el trabajo detectivesco que hace en la segunda mitad del libro y Marian, mmm... por ser un personaje, redondo, fuerte, trabajador, y que aporta mucho a la historia. Marian es descrita como fea, soltera y decidida a dedicar su vida a ayudar a Laura. En cambio Laura es bella, no sabe hacer nada y pasa de un "nervous break down" a otro. Lo único que les puedo decir es que lean la novela, porque es muy buena, y que no se preocupen por el personaje de Laura.
Mi edición es en tapa dura con sobrecubierta de 609p, publicada por Everyman's Library.
Nota para reflexionar: a lo largo del libro el personaje del Marian repite frases como "yo soy solo una mujer", "si fuera hombre podría hacer esto" y demás, las cuales denotan cierta auto limitación de alguien con mucha capacidad y habilidades pero que se abstiene de ejercerlas solo porque es mujer.
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