La historia sigue a Hiroshi Nakahara, un hombre de 48 años descontento de su vida, que ignora a su familia y se sumerge en el trabajo y el alcohol para soportar las penas de su pasado. Un día de regreso de un viaje por trabajo Hiroshi toma el tren equivocado y sin querer llega a su pueblo natal. Debido a que el siguiente tren de regreso sale en dos horas el decide dar una vuelta por el viejo barrio. Mientras todo esto sucede los recuerdos del protagonista nos transportan al pasado a dos hechos que marcaron su vida. Primero es el abandono o desaparición de su padre cuando el tenía 14 años. Y luego la muerte de su madre cuando el estaba en sus veintes. Aparentemente ambos hechos fueron traumaticos y lo llenaron de resentimientos contra su padre y remordimientos con su madre que murió cansada y triste. Luego de visitar su barrio Hiroshi va al cementerio donde se encuentran los restos de su mamá. Pero en esos momentos en que él se siente más desdichado, frente a la tumba de su madre, ocurre algo extraño y Hiroshi se duerme. Al despertar el cementerio no es el mismo, algo ha cambiado pero no sabe bien que es. Se levanta y se da cuenta que lleva otra ropa, se siente distinto, más ágil y ligero. Caminando de regreso al pueblo se ve en el reflejo de una ventana y se da cuenta que ya no es un hombre de 48 años sino un niño. Precisamente lo que él ve en el reflejo es a si mismo cuando tenía 14 años. Confundido va a su casa y allí encuentra a su madre, padre, hermana y abuela. Tal como los recordaba de niño... Lo que sigue es una historia en la que Hiroshi se reencuentra con sus padres y su pasado, en donde viviendo como un niño tiene que reflexionar sobre las consecuencias de sus acciones y su vida como adulto.
Opinión: esta historia sigue una línea muy parecida a la del Almanaque de mi Padre, en el que el protagonista recuerda a su padre después del fallecimiento de éste. En este caso el protagonista se enfrenta en carne y hueso a sus recuerdos y sentimientos para con sus padres, reviviendo parte de su infancia en el proceso. A pesar de que el viaje en el tiempo podria considerarse un suceso sobrenatural o de ciencia ficción, ésta es definitivamente una Historia de Vida. La forma en que Taniguchi nos transporta a su Japón de los años 60 es fantástica. Costumbres, tradiciones, escenarios y paisajes son recreados de una forma tan natural, que a veces una se olvida que está leyendo un manga. Me gustó mucho el desarrollo de personaje de Hiroshi. Este personaje crece mucho, aprende, reflexiona y al final nos da una lección de vida.
El arte, para variar es supremo. Aquí una muestra.
Mi edición es en tapa dura, publicada por Ponent Mon. Tiene 404 páginas.
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