La historia sigue a Jazz Bashara. Una joven de 26 años, de origen árabe, que vive en Artemis, la única ciudad en la luna. Jazz sobrevive a duras penas haciendo trabajos ilegales, como por ejemplo contrabando de productos prohibidos en la luna. A pesar de ser muy inteligente y tener muchas otras habilidades (legales) ella se alejó de su padre y cualquier prospecto de tener alguna carrera profesional debido solamente a su rebeldía adolescente, cosa que aún perdura en su adultez. Un día Jazz recibe una proposición de negocios (ilegal, por supuesto) de Trond uno de sus clientes. Trond quiere que Jazz sabotee una maquinaria perteneciente a una fábrica de aluminio. Para esto ella tendrá que salir fuera de la ciudad, en el vacío de la luna. Inicialmente se siente reacia a aceptar pero cuando Trond le dice el precio no duda en aceptar. Lo que sigue es Jazz planeando y llevando a cabo su misión y lidiando con las consecuencias de esta.
Opinión: una lectura entretenida pero no más. La trama es ágil y llena de tecnicismos explicados de una forma simple. Me gustó mucho la forma en que Weir describe la ciudad, y la luna en general. Esta es una de las partes más creíbles de la historia. Uno se siente sumergido en los ambientes de la ciudad. Sin embargo en la parte de desarrollo de personajes Weir me decepcionó soberanamente (más aún que en el Marciano). Jazz no solo es un personaje plano, sin carisma, infantil en muchos aspectos sino que en muchas partes parece un remedo de Mark Watney, de el Marciano. El mismo sentido del humor (me gustó más el de Watney), y la misma habilidad de resolver problemas al estilo McGiver. Comparando la dos novelas me parece que las voces de Watney y Rashara no son más que las del autor mismo. Es decir que no fue capaz de crear un personaje creíble y original.
¿La recomiendo? Pues si, porque es entretenida y se lee rápido.
Mi edición es en tapa dura con sobrecubierta publicada en 2017 por Del Rey y con 305 páginas, además de la luna y Artemis.
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